Las Estrellas, cosas de las estrellas seudo cuento infantil

Es de noche cuando todos mis grises vuelven al color cando la noche cae y las únicas luces son las estrellas, entonces rememoro tiempos pasados y de nuevo las emociones convierten en un calidoscopio de colores..

Algunas cosas son como gemas y tan solo con el moviendo de mi respiración van cambiando sus formas siempre relucientes. Otras pasan veloces cruzando las sabanas tatuadas de los recuerdos, como si fueran estrellas fugaces en estas noches de verano.

Escribí esta casi infantil historia una noche de verano en el año 2005 y hoy la rememoro como si fuera nueva. No tengo ninguna imagen de mi sueño, la que más se adapta es la imagen de una nebulosa. Por sus colores podría ser un calidoscopio como el que imagine esa noche de San Lorenzo, la noche de las perseidas.

Pero será la imagen del amacener de hoy la que vista de etiqueta este relato.

Mirando desvelado las estrellas en la noche de los sueños una de ellas me contó esta historia.

Era una vez hace millones de años en que las estrellas del firmamento estaban tristes, brillaban sobre el manto azul cobalto de la noche quietas, veían pasar a todos los astros, el sol sacando chispas perseguía a la luna, esta a los cometas, sin embargo las estrellas brillaban tristes cada una en su casa sin poder visitarse, las estrellas son de por si alegres, les gusta corretear de un lado a otro, esconderse tras las nubes, hacer reuniones de Ángeles.

No se si sabrás que las estrellas palpitán es como si pudieran habrar y si te fijas bien hablan. Me contó la estrella que cada una ellas es un ángel de la guarda, que desde el cielo colgada nos observa y que sin saberlo, nos habla, dijo que en la vida de cada persona influyen de una manera determinada, que algunos dueños de estrellas las miran y les hablan, por supuesto también las escuchan, esas personas son las llamadas afortunadas o con buena estrella. Otras las personas ceñudas y meditabundas, las que apenas levantan sus ojos por encima de sus narices, nunca llegan a conocer su estrella y pasan por la vida sin brillo de una noche a otra de una oscuridad a otra. Me dijo también que las estrellas nos ayudan hombres y mujeres a ser humildes, a saber perdonarnos, asi cuando alguien no sabe como pedir perdón y se siente triste, va y se lo dice a su estrella, su estrella sale corriendo y visita a la estrella ángel de la guarda de la persona ofendida, intercede y la ablanda con caricias y palabras lisonjeras, esas cosas son la misión de las estrellas por eso conviene mirarlas y rezarles.

A si fue que del Oeste en medio de una noche de verano, muy posiblemente la noche de San Lorenzo, se vio paseando por el firmamento una bola enorme blanca como la luna que peinaba una cabellera larguisima, nadie sabe de que universo venia y a que universo de dirigía, elegante cruzaba el manto de la noche como navega un bajel con las velas desplegadas dejando tras de si una estela de estrellas entre las olas un rastro de brillos en el camino que surca en el mar.

Las estrellas quietas donde dios las colgó y desde donde jamás de habían movido desde la noche de los tiempos, vieron acercarse con majestuosidad el cometa de cara alegre que cambiaria el cielo para siempre. El cometa sabes? se acercaba a las estrellas las soplaba o con su cola las ponía en movimiento al rozarlas con su aliento, asi estrella por estrella las visito a todas dándoles el don del movimiento, invitándolas a ir de un lugar a otro cruzando el firmamento y para recordarlo todos los espíritus del bien cada año en esta fecha soplan haciendo volar las estrellas.

Desde ese noche el cielo es otro, las estrellas se visitan hablan unas con las otras comentan las vidas de sus protegidos que somos todos, nos defienden de los errores que cometemos dándose explicaciones unas a otras y siempre convencen a otras estrellas de que nos perdonen nuestras miserias cuando ofendemos a nuestros semejantes, asi en noches como la de hoy si miras al cielo si las estrellas no juegan al escondite tras las nubes hablando de nuestras vidas al oído, las veras corretear de un lado a otro por el manto azul del universo recordando la noche en el que el cometa alegre les dio movimiento.

Antes del colorin colorado, recuerda mirar tu estrella, hablar con ella, no hay nada más triste que una estrella sordomuda.

Felices sueños.


Esteban Mediterráneo.

Sant Pol de Mar, 19 de Agosto 2005/17 de Agosto 2010