La luna de ferroagosto

Ya esta noche la luna aparecerá sobre el mar redonda, perfumada de todos los aromas de la noche se levantará sobre la línea del horizonte y el mar le pondrá una alfombra de oro hasta la orilla.

Los amantes conscientes de que el tiempo ha pasado volando la miraran con nostalgia entre las barcas preguntándose ¿quien les ha robado el mes de agosto? que tan rápido ha pasado, mientras suena la música suave de los chiringuitos de la playa alumbrados por antorchas, las chicas con sus pareos bailando sinuosamente en la arena con las camisetas mojadas.

Mas lejos sus padres tomando helados o calamares a la romana con ese extraño olor en las calles de nuestro pequeño pueblo mitad perfume mitad aceite de freidora, las mamas envidiarán a sus hijas bailando en la playa, en el reino de la noche y de la antorcha, las sombras no son lo que parecen ser cuando los hilos de la luna lleguen cabalgando las olas a la arena de la playa.

Mas lejos aún, un fotógrafo que ha ido alimentando la luna noche tras noche dándole miguitas de pan blanco para que engorde, ajustará equipo en la playa buscando entre las barcas el rielar de la luna sobre las olas, no importara el rumor de las olas ni los susurros que lleguen desde el otro lado de la barca, la noche es de todos pero la luna solo de quienes la persiguen.

Algo mas lejos aun, los jazmines asoman de las vallas, mirando la luna perfuman con su eterno aroma las ultimas casas del pueblo, una mano los separa de la rama y los inserta en un hilo ahora son collares que adornan el pecho en esta noche tan clara.

Y ya muy lejos donde ahora es invierno un duende ha dormido en el calcetín de una dama y lo escondió para dormir mañana debajo de su cama, todo con la misma luna todo con la misma calma.

Sant Pol de Mar, 24 de agosto de 2010
Esteban Mediterraneo.