Los domingos la playa se hace escasa sobe todo ahora que el ultimo temporal la ha dejado en menos de la mitad. Llegamos temprano solo con la idea de remojarnos, ponemos nuestra toalla de una manera discreta y mientras voy al pueblo caminando a por la prensa mi esposa nada y toma el sol, en mi paseo por la orilla del mar compruebo como van llegando los mas madrugadores, ponen sus toallas a modo de muro insoslayable procurándose un espacio vital, aquí una tolla allí los zapatos y algo mas lejos la bolsa, lo miran todo y con sonrisa satisfecha se estiran sobre la toalla, acaban de conquistar 3 metros de arena, sigo andando y al regreso sonrió a poco mas de un metro por cada lado tiene un nuevo vecino de los llamados “ gente “. Sigo andando hasta llegar donde supuestamente deje a mi esposa, miro la playa ya muy poblada y no la veo hasta que me llama la atención un brazo que se levanta entre la multitud y se mueve, es su brazo, me acerco y compruebo que esta ella esta entera, menos mal podía haber sido cubierta por las toallas y desaparecer, me desnudo y nos damos un baño el agua esta en su punto justito refresca sin erizar la piel y las olas animan el baño sin molestarte al salir comparto la toalla con mi esposa abro el periódico y leo las cabeceras, justo en ese momento, se acercan son señoras y se paran a menos de un metro de mi pie, miran a todos lados como si hubieran robado algo o estuvieran a punto de robarlo, ya las escucho hablan de la gente. Tienden sus toallas yo no sabia que cupiera una toalla a mis pies, pero ahora me doy cuenta de mi error, ambas extienden sus bolsas como si marcaran la pradera en la conquista del oeste, después empiezan a desnudarse mientras lo hacen encojo los pies no valla a ser que cuando se tumben me los aplasten mientras las escucho hablar de lo que la gente hace o deja de hacer, yo no sabia que la gente hiciéramos tantas cosas de repente me encuentro útil mientras miro de soslayo el tatuaje que una de ellas tiene en su omoplato, no adivino a perlo bien pues lo cubre su melenita, pienso ¿ y si soplara lo descubriría..? Como no dejan de hablar de la gente miro recorro la playa intentando descubrir en la “ gente “ todas esas cosas que ellas ven y me han pasado inapercibidas ya que si miro al horizonte a la fuerza tropiezo en sus senos a mi derecha hay un matrimonio de esos antiguos, muy curtidos por el paso de los años, ambos desnudos tomando el sol, ya los vi antes cuando el la protegía del sol aplicándole crema en la espalda amorosamente y después entras en el agua cogidos de la mano y allí abrazarse saltando las olas deben de tener casi 80 años los novietes y son bellos los dos, casi seguro que lo fueron siempre. Algo más lejos veo una mujer preciosa esta embazada y cubre su vientre enorme del sol bajo un parasol tiene la mano en su barriga como si ya acariciara a su bebe, pienso: ¡ Que bien que bella es la gente ¡ Mientras tanto mis vecinas de abajo ya embadurnadas de crema siguen tumbadas en sus toallas a menos de un metro de mis pies hablando de lo incomoda que es la gente, yo miro mi ombligo que es como si fuera el centro de mi universo personal y pienso después al levantar la mirada que es bello ser gente ser uno más, estar apretado por todas partes por otras personas cada cual diferente y esencialmente igual, gente l en las que reflejar mi pensamiento y aprender, con la que puedo relacionarme aunque estemos algo apretadita en la playa, la culpa no es de la gente, la culpa es de Eolo que se llevo la arena de la playa en el ultimo temporal de poniente y nos ha dejado así apretaditos codo con codo toalla con toalla. Desde las preciosas arenas de esta playa ( hoy algo escasas ) os envió mi saludo de héroe churrascado . Sant Pol de Mar, 26 de julio de 2009Garrulomen
Feliz año 2024
Hace 10 meses
Sonrio,es verdad, un Domingo en la playa es una odisea, respirar, gracias por escribir, lo que muchos pensamos.
ResponderEliminarM.H