Desde el viento

Cuando circulas con tu motocicleta por carretera parece que vuelas, el viento te empuja en el pecho y te envuelve la sensación es de libertad, a si les parece a las acompañantes de varios de mis amigos, ellas abren sus brazos al viento y parecen gaviotas apunto de volar, el rum rum del motor acelerado el viento y el paisaje y los olores del campo hacen todo lo demás y los kilómetros se acortan irremediablemente.

Cuando tu espalda esta cansada tu copiloto parece que lo entiende y ofrece sus senos al respaldo y hasta la moto se estremece y sigues doscientos kilómetros mas, los compas se van alternando en la posición para no caer en la monotonía del asfalto, saludando con la mano formando con los dedos la V.

Todos tenemos casi seguro mas de 50 años, somos como niños vacunados buscamos esa sensación de libertad, de espacio abierto y de camarería la verdad es que además de feos y desgarbados parecemos niños ilusionados, imitando aquellos ángeles del infierno de cuando teníamos 18 años, pero los años han pasado de de todo aquello lo único que queda es que parece que vuelas cuando el viento te empuja el pecho, detrás de ti tu fiel compañera que sostiene tu espalda cansada con sus senos.

Desde el viento, 12 de julio de 2009
Esteban Mediterráneo