Ayer estuve en Caldas de Malavella. yo viví en ese lugar cuando era muy pequeño es del primer sitio donde guardo recuerdos, pero como a todos los hombres que volvemos donde fuimos niños una vez todo se nos hace pequeño, parece como si regresar a la niñez fuera como abrir un viejo baúl de madera y al hacerlo viera todo esto.
Mi casa adosada al ábside de la iglesia románica ya no esta, la derribaron para darle perspectivas a la iglesia, recuerdo que desde la terraza veía ir y venir a las golondrinas y recuerdo también como en un día de tormenta los nidos que habían bajo la cornisa se deshicieron y la calle estaba llena de ellas mojadas sin poder volar, con mi hermano las fuimos a buscar mojándonos y después mi madre las metido dentro de un jersey y las puso cerca de la cocina de carbón, cuando el sol brillo de nuevo mi hermano las lanzaba al aire bien alto y las golondrinas volaban dando círculos al ábside de la iglesia y a mi casa buscando sus nidos.
Son recuerdos de cosas muy sencillas, como la imagen que tengo de mi madre bañándome en un repitiente de cinc, el jabón que me escocia los ojos y los cacitos de agua con unas gotitas de vinagre que me dejaba caer sobre la cabeza, yo sacaba la lengua me gustaba ese sabor ligeramente acido del agua, en ese pueblo abundaban los manantiales de agua calientes había varias minas y desde el tiempo de los romanos se aprovechaban en las termas, recuerdo también a mi madre dentro de una de esas bañeras de una casa de baños solo es una imagen imprecisa pero muy bella.
Con mis tres o cinco años recuerdo las tardes junto a la mesa del comedor, Elena Francis y el Carrusel Deportivo y mi padre con su boleto de las quinielas como seguía los resultados esperando hacerse rico, Mi padre trabajaba como vigilante de una de esas fuentes, controlaba que pagaran un arbitrio quienes venían a buscar el agua en camionetas para revenderla, los que iban a por una o dos garrafas no pagaban nada, también se encargaba de los lavaderos municipales que como es natural eran de aguas termales, no habían lavadoras entonces y las mujeres lavaban allí la ropa mientras los niños como yo chapoteábamos dentro de los lavaderos. Allí mi hermano Antonio me introdujo en el mundo de los negocios, me enseño donde estaba la arqueta de registro del desagüe del lavadero y dentro siempre habían algunas monedas y también botones hebillas, todas estas cosas eran muy importantes antes, pequeños tesoros a los ojos de un niño.
Recuerdo a mi padre en esta fotografía curtido por la huerta por su trabajo y como me llevaba a buscar setas que luego vendía para poder ganar un poquito mas, ahora de sus enseñanzas cuando entro en un bosque se donde están y el olor que desprenden me conduce hasta ellas, son cosas muy sencillas que han dejado en mi la manera de percibir la naturaleza con alegría y humildad y que gracias a ellas disfruto aun con esa añoranza que se ha quedado pegada en mi corazón que se hizo grande, demasiado grande por atesorar tantos y tantos recuerdos, se que moriré de la avaricia de todos los tesoros que poseo.
Con estas imágenes de los lavaderos de hoy que no tienen nada que ver con los que yo conocí y las de la fuente ahora con grifo de acero inoxidable, ya sin colas eternas de garrafas de cristal, y sin mujeres riendo en los lavaderos, pero con el mismo aroma del agua que emana desde las entrañas de la tierra, me despido desde esta mañana en el que la brisa del mar húmeda por el viento de levante me trae el recuerdo de mi infancia.
Feliz fin de semana, si estas mas o menos cerca visita Caldes de Malavella, caldas quieres decir aguas termales y Malavella, mala vieja yo nunca vi. ninguna tal vez hablan de alguna bruja que se escondía en el bosque. llévate un vasito de cristal y bebe el agua de sus fuentes ya ves que yo la he bebido y he recordado muchas cosas que hice y sentí siendo mas pequeño.
Balneario de Vichy Catalán, entra aunque solo sea para tomar una botellita de agua o un café, otros Balnearios, modernitas están abandonados o han sido destruidos para edificar, visita las ruinas de las termas romanas y veras como vivían de bien los de siempre pero antes.
Sant Pol de Mar, 26 de septiembre de 2009
Esteban Mediterráneo.
Mi casa adosada al ábside de la iglesia románica ya no esta, la derribaron para darle perspectivas a la iglesia, recuerdo que desde la terraza veía ir y venir a las golondrinas y recuerdo también como en un día de tormenta los nidos que habían bajo la cornisa se deshicieron y la calle estaba llena de ellas mojadas sin poder volar, con mi hermano las fuimos a buscar mojándonos y después mi madre las metido dentro de un jersey y las puso cerca de la cocina de carbón, cuando el sol brillo de nuevo mi hermano las lanzaba al aire bien alto y las golondrinas volaban dando círculos al ábside de la iglesia y a mi casa buscando sus nidos.
Son recuerdos de cosas muy sencillas, como la imagen que tengo de mi madre bañándome en un repitiente de cinc, el jabón que me escocia los ojos y los cacitos de agua con unas gotitas de vinagre que me dejaba caer sobre la cabeza, yo sacaba la lengua me gustaba ese sabor ligeramente acido del agua, en ese pueblo abundaban los manantiales de agua calientes había varias minas y desde el tiempo de los romanos se aprovechaban en las termas, recuerdo también a mi madre dentro de una de esas bañeras de una casa de baños solo es una imagen imprecisa pero muy bella.
Con mis tres o cinco años recuerdo las tardes junto a la mesa del comedor, Elena Francis y el Carrusel Deportivo y mi padre con su boleto de las quinielas como seguía los resultados esperando hacerse rico, Mi padre trabajaba como vigilante de una de esas fuentes, controlaba que pagaran un arbitrio quienes venían a buscar el agua en camionetas para revenderla, los que iban a por una o dos garrafas no pagaban nada, también se encargaba de los lavaderos municipales que como es natural eran de aguas termales, no habían lavadoras entonces y las mujeres lavaban allí la ropa mientras los niños como yo chapoteábamos dentro de los lavaderos. Allí mi hermano Antonio me introdujo en el mundo de los negocios, me enseño donde estaba la arqueta de registro del desagüe del lavadero y dentro siempre habían algunas monedas y también botones hebillas, todas estas cosas eran muy importantes antes, pequeños tesoros a los ojos de un niño.
Recuerdo a mi padre en esta fotografía curtido por la huerta por su trabajo y como me llevaba a buscar setas que luego vendía para poder ganar un poquito mas, ahora de sus enseñanzas cuando entro en un bosque se donde están y el olor que desprenden me conduce hasta ellas, son cosas muy sencillas que han dejado en mi la manera de percibir la naturaleza con alegría y humildad y que gracias a ellas disfruto aun con esa añoranza que se ha quedado pegada en mi corazón que se hizo grande, demasiado grande por atesorar tantos y tantos recuerdos, se que moriré de la avaricia de todos los tesoros que poseo.
Con estas imágenes de los lavaderos de hoy que no tienen nada que ver con los que yo conocí y las de la fuente ahora con grifo de acero inoxidable, ya sin colas eternas de garrafas de cristal, y sin mujeres riendo en los lavaderos, pero con el mismo aroma del agua que emana desde las entrañas de la tierra, me despido desde esta mañana en el que la brisa del mar húmeda por el viento de levante me trae el recuerdo de mi infancia.
Feliz fin de semana, si estas mas o menos cerca visita Caldes de Malavella, caldas quieres decir aguas termales y Malavella, mala vieja yo nunca vi. ninguna tal vez hablan de alguna bruja que se escondía en el bosque. llévate un vasito de cristal y bebe el agua de sus fuentes ya ves que yo la he bebido y he recordado muchas cosas que hice y sentí siendo mas pequeño.
Balneario de Vichy Catalán, entra aunque solo sea para tomar una botellita de agua o un café, otros Balnearios, modernitas están abandonados o han sido destruidos para edificar, visita las ruinas de las termas romanas y veras como vivían de bien los de siempre pero antes.
Sant Pol de Mar, 26 de septiembre de 2009
Esteban Mediterráneo.
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