No conozco otro pueblo que ame más a sus barcas que el mió, que las mime y las restaure y las lleve en los días de bona mar a navegar como se llevan a pasear cogidos del brazo a los abuelos, con pasito corto, escuchando en las velas desplegadas al viento viejas historias de las que cuentan los pescadores de estas abuelas del mar.
Llenarse de aire las velas y sentir el embate de las olas en las amuras, escuchar como las viejas cuadernas de maderas crujen de tantos achaques y golpes de mar, es una historia que cuando alguna vez la escuchas ya nunca podrás olvidar, por eso algunos días estas barcas salen al mar, llevando a los niños a navegar desde la plata hasta calitas de Can Villar, allí trasnochan su rumbo y navegan hasta la Punta para legar sin duda fatigadas a su playa a descansar. Pero ufanas están hoy en la playa de Sant Pol de Mar, reinas indiscutibles de la arena, cobijo de amantes a resguardo de las miradas y siendo admiradas por propios y extraños en la sombra de un mágico reloj de sol que nunca ha existido mas que en las leyendas, ese reloj romano o griego que no marca las horas y que solo dicen esta aquí junto a estas barcas en nuestro pequeño pueblo.
Y que a la hora de magia marca en el tiempo algunos instantes de nuestras vidas son tan conmovedores que presentimos que ya son parte de nuestra vida para siempre, puede ser momentos vividos con una intensidad que nos dejan huella para siempre y al recordarlos los rememoremos muchas veces, un poema un texto que nos abra cada vez y mas los ojos y descubramos matices nuevos, puede ser un paisaje en un instante bajo la tormenta se ilumino de luces imposibles para nadie que no las viera y tuviera además la suerte de detenerse contempladotas.
Así es la obra que empiezo a pintar ahora un mar imposible bajo un cielo imposible también, si os fijáis en los colores del mar fruto de extrañas aperturas de las nubes en una feroz tormenta quedareis expectantes complacidos y sin saber bien que mar pudiera ser pensareis en la belleza de un momento que alguien supo captar a riesgo de inutilizar su cámara pero feliz envuelto en la atmósfera de la tempestad después de un feroz verano seco.
Para alguien como yo, sin recursos apenas y cuya avaricia no es ya captar la imagen y plasmarla si no ir mucho mas lejos y recrear en mi lienzo la música de la lluvia, y hasta el aroma de las olas , todo lo que me ha conmovido aun sabiendo que una locura con mis medios, otras veces sentí lo mismo siempre, siempre, me he marcado objetivos aparentemente inalcanzables y algunas veces los he conseguido, espero conseguirlo esta vez y saber leer y escribir con mis pinceles esos colores imposibles del mar y de las barcas varadas en la playa esa mañana cuando el cielo se abrió y ilumino este precioso pueblo de extrañas luces que espero compartír con mis amigos.
Sant Pol de Mar, 30 de septiembre de 2009
Esteban Mediterráneo.
Llenarse de aire las velas y sentir el embate de las olas en las amuras, escuchar como las viejas cuadernas de maderas crujen de tantos achaques y golpes de mar, es una historia que cuando alguna vez la escuchas ya nunca podrás olvidar, por eso algunos días estas barcas salen al mar, llevando a los niños a navegar desde la plata hasta calitas de Can Villar, allí trasnochan su rumbo y navegan hasta la Punta para legar sin duda fatigadas a su playa a descansar. Pero ufanas están hoy en la playa de Sant Pol de Mar, reinas indiscutibles de la arena, cobijo de amantes a resguardo de las miradas y siendo admiradas por propios y extraños en la sombra de un mágico reloj de sol que nunca ha existido mas que en las leyendas, ese reloj romano o griego que no marca las horas y que solo dicen esta aquí junto a estas barcas en nuestro pequeño pueblo.
Y que a la hora de magia marca en el tiempo algunos instantes de nuestras vidas son tan conmovedores que presentimos que ya son parte de nuestra vida para siempre, puede ser momentos vividos con una intensidad que nos dejan huella para siempre y al recordarlos los rememoremos muchas veces, un poema un texto que nos abra cada vez y mas los ojos y descubramos matices nuevos, puede ser un paisaje en un instante bajo la tormenta se ilumino de luces imposibles para nadie que no las viera y tuviera además la suerte de detenerse contempladotas.
Así es la obra que empiezo a pintar ahora un mar imposible bajo un cielo imposible también, si os fijáis en los colores del mar fruto de extrañas aperturas de las nubes en una feroz tormenta quedareis expectantes complacidos y sin saber bien que mar pudiera ser pensareis en la belleza de un momento que alguien supo captar a riesgo de inutilizar su cámara pero feliz envuelto en la atmósfera de la tempestad después de un feroz verano seco.
Para alguien como yo, sin recursos apenas y cuya avaricia no es ya captar la imagen y plasmarla si no ir mucho mas lejos y recrear en mi lienzo la música de la lluvia, y hasta el aroma de las olas , todo lo que me ha conmovido aun sabiendo que una locura con mis medios, otras veces sentí lo mismo siempre, siempre, me he marcado objetivos aparentemente inalcanzables y algunas veces los he conseguido, espero conseguirlo esta vez y saber leer y escribir con mis pinceles esos colores imposibles del mar y de las barcas varadas en la playa esa mañana cuando el cielo se abrió y ilumino este precioso pueblo de extrañas luces que espero compartír con mis amigos.
Sant Pol de Mar, 30 de septiembre de 2009
Esteban Mediterráneo.