Cuando te pongas sobre esta fotografía en el blog se abrían muchísimas más y podrás visitar las montañas que recorrimos.
Hay algo misterioso en ese camino independientemente de la fe, algo propio que va quedando en los márgenes del camino enredado en las jaras y los brezos algo que perfuma como las retamas en flor y que te acompaña cuando caminas y hace que no sientas prisa por llegar a cualquier parte porque ya estas bien en ti mismo.
Hace dos semanas que emprendimos la cuarta etapa de nuestro peculiar peregrinaje por esas montañas del Bierzo, caminamos esta vez muy cerca de las nubes alejados de los caminos que llevan otros peregrinos que discurren de forma distinta por sitios mas tranquilos.
Nosotros escogimos los caminos duros, senderos que bordeaban los cauces de los ríos, cañones, precipicios que en algún momento nos dejaron agotados, pero todos los caminos confluyen o se cruzan de alguna manera con los de otros y llevan a Roma o a Santiago.
Ahora que lo miro en la distancia y pienso en el silencio que escuchamos en las montañas, ( en algunas ocasiones hicimos voto de silencio cuando caminábamos o descansábamos ) recreo en mi memoria el sonido blanco del aire cuando roza las montañas, el murmullo de las fuentes y la música de los ríos, los pájaros, las conversaciones con mis amigos donde cada cual exponía sus planes para salir de la crisis y sobre todo los silencios propios al caminar entre esos castaños centenarios donde habitan dentro de ellos en cada uno un espíritu del bosque un duende o la meiga de siempre, la luz tamizada y el frescor que protegía el camino dentro del bosque en contraposición con el monte ralo cuando caminas alto donde sudas fatigado.
De los cuatro elementos pese a ser aire soy el mas pesado, me retrasaba de mis amigos algunas veces concientemente para poder entretenerme haciendo fotografías, cada parada eran unos metros y al final sumaban mucho trecho, así caminé por las tierras del Bierzo algunas veces fresco y otras sacando la lengua tras mis amigos que siempre me esperaron a lo lejos.
Admiré todos y cada uno de los rincones que ahora os ofrezco en las fotografías y me sentí envidioso de los peregrinos que iban en dirección a Santiago coincidíamos con ellos y nos saludábamos como amigos de toda la vida, creo que esa paz y el entusiasmo que vi los peregrinos es en realidad lo que con mas aprecio en mis recuerdos.
Os invito ahora a ver una pequeña muestra de las fotografías que hicimos por esas montañas, la forma de hacerlo es hacer clic con el ratón sobre la fotografía que ves en la parte superior después…se abrirán los paisajes .
Sant Pol de Mar, 27 de mayo de 2011
Esteban Mediterraneo.
Pos Data.
Me he visto obligado a ejercer la formula de moderar los comentarios pues alguna persona se cree en el derecho de entrar en la Casa del Viento que es vuestra casa y faltar al respeto con sus comentarios a las personas que aquí estamos.
Sea bienvenido cualquier amigo a este blog, donde agradecemos todos los comentarios desde el respeto.
Podéis dejar los comentarios como siempre se ha hecho y se publicarán como siempre una vez descarte las intromisiones de mal gusto.
Gracias.
Quizás la fé no es más que una metáfora que nos hace intuir nuestra grandeza porque creo que tenemos miedo de saber lo grandes que somos, como simples o increíbles seres humanos. Creo que todos somos todo.... pero es tan dificil entenderlo y superar los límites que nos hacen creer que son nuestra grandeza, que por los caminos van quedando las pistas, y el placer de caminar se junta al placer de intuir que quizás sea así.
ResponderEliminarGracias por tu reflexión... que provoca la mía.
Valeria
Preciosas fotos esteban, gracias por compartir, besazos
ResponderEliminarJanira, Janira; Janira
Gracias Esteban, ya teniamos ganas de compartir las imagenes y tus comentarios expreas con pocas palabras lo que se siente,Auri ha hecho una parte del camino y te da la razón a mi me gustaría mucho pero no lo veo nada facil, asi que disfruto de lo que habeis visto y disfrutado.
ResponderEliminarLo de tu nieto es precioso, debes de habértelo pasado fenomenal con él.
En cuanto a lo de moderar los comentarios me parece muy bién que lo hagas nadie tiene derecho a estropear tu Casita del Viento.
Auri y Rosa
Sin duda hay algo especial en esos caminos cuando la gente sea de la edad que sea se ponen en marcha mochila en la espalda y se atreve con una marcha, que en algunos tramos será dura. Estas personas así lo llevan haciendo al parecer desde años,y estoy casi segura que en cada viaje se encuentran más a si mismos.Cuando se toma un camino lleno de naturaleza, ,de piedras ,de grandes cuestas,es casi como cuando tomamos la vida al nacer,cada paso nos va definiendo,nos da una vision de como nos mezclamos con ese camino que libremente decidimos tomar.Tambien es momento para dar libertad al pensamiento y dejarse llevar,mientras se oye la música mas salvaje del agua ,de los pajaros , y de nuestros pasos al caminar.
ResponderEliminarNunca hice un camino así,pero todos los que lo hicieron vivieron momentos llenos de huellas que no olvidaran.
Rosa Ingrávida
Veo en esas imágenes montañas como las mias ! Cuanto las añoro ! mis bosques pirenaicos son de pino negro principalmente tambien hay robledales y encinas y por supuesto ginestas.
ResponderEliminarTus fotografías y impresiones las recojo como propias, me gustaría que alguna vez tu y tus amigos visitarais estos bosques para después recrearme con los comentarios y fotografías, estoy segura que descubriría nuevas formas de ver lo que siempre he visto.
Gracias amigo
Agnés Martí antes XXX