El faro es el lazarillo para la gente de mar, la luz que guía
y te acompaña.
Hace algunos años retraté por pura casualidad una noche de
luna llena el faro de Calella en el instante que alumbraba la luna y el mar,
bueno tal vez no fue por pura casualidad yo espera algo mágico pero cuando vi
que había coseguido esa imagen mi corazón se estremeció, pensé un dia pintaré
ese instante. Durante algunos años de vez en cuando contemplaba la imagen,
alguna vez la perdía pero de una forma u otra volvía e encontrarla.
Hoy gracias a la ayuda del maestro Didac Raurrell he podido
interpretarla y cuando contemplo mi obra me siento llevado de la mano por la
luz que emana de ese instante mágico me hace pensar en una historia en la que
alguien es capaz de cerrar sus ojos para aprender a confiar llevada de la mano
a través de la oscuridad aunque sea ocasional.
Sucede que algunas veces cerramos los ojos para sentir la
seguridad de una mano que nos conduce y nos recreamos llevados de la mano por
la pura necesidad de confiar sin saber que nuestro lazarillo también ha cerrado
sus ojos y ambos caminamos ciegos en la confianza de que amar no es estar ciego,
si no saber que podemos cerrar los ojos.
Os dejo contemplando el faro de Calella, lazarillo de tantos
hombres de la mar, testigo de tantos abrazos en noches como esta.
Sant Pol de Mar, 1 de junio de 2012
Esteban Mediterráneo.
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