Una de las cosas mas bellas que se pueden ofrecer es el pan ( deja que lo escriba con mayúsculas “Pan”) , el pan esta sembrado en miles de poemas y de canciones, por él los hombres mueren o matan, los niños ríen o lloran en su ausencia, y las amantes sueñan con el aroma que desprende cuando esta en el horno, por que el pan tiene algo de mágico, calma el apetito de quien come y hace de las manos que lo amasan manos amigas.
El tacto de la masa es realmente sensual parece la piel de una mujer, es suave fresco y tiene en la tahona el aroma de la vida que emerge, algo así como el aroma del bosque tras la lluvia en Septiembre cuando fermentan las hojas y todo se llena de misterios ( perdona que sea grafico, la edad lo permite ).
Siempre recordaré a Pablo del Molino de Ipiés, un molino viejo que hay en las cumbres del puerto de Mont Repós junto al valle de Ludome tan alto que toca las nubes y las trasforma en nieve en otoño. Aquella noche en la que lo visitamos con mi esposa y mi suegro camarada de Pablo de la guerra, compañero después en el campo de concentración.
Aquella noche que se me hizo corta entre las tahonas de suave madera rebosantes de pan , los troncos de encina amontonados fuera cubiertos de nieve, el color que cobraba el horno de piedra cuando ardía y la luz que arrojaba fuera. Pablo aquella noche me dejo marcado, las historias que me contó mientras paleaba el pan crudo. Todos dormían en la casa, el olor del pan mientras cocía, los gatos amontonados fuera pegados a la puerta de madera. Los panes ya cocidos lo impregnaban todo de ese aroma del que antes dije que era mágico, tanto que cada vez que lo recuerdo mi memoria viaja con el tiempo a aquel viejo molino.
Pablo del primer pan caliente hizo trozos ofreciéndoselos a los gatos, los gatos eran los ojos vigilantes entre los casos de harina donde los ratones vivían, la noche paso deprisa y antes de llegar el alba puso en el horno un cordero lechal, con el aroma del pan y el cordero despertó mi esposa, mi suegro, la esposa de Pablo profesora de piano que lo dejo todo por su viejo molinero y se fue con el al viejo Molino de Ipiés. Pusieron la mesa, vino somontano fragante el cordero recién horneado con el pan aun tibio, “ desayunamos “ después como un buen aprendiz de molinero me acosté en la habitación que había sobre el horno y aun sueño que hacia pan con Pablo el molinero.
Han pasado muchísimos años y ahora mi hija me enseño a hacer pan, es tan fácil que lo puede hasta cualquiera, no hacen falta maquinitas ni otra cosa que no sean las manos, la harina, la levadura pizca de sal, chorrito de aceite y agua.
Cuando mi esposa llegue y note en la casa el aroma del pan recién hecho recordará también el aroma de aquel lugar y a Pablo el viejo molinero y a su aprendíz.
Sant Pol de Mar 2 de Octubre 2010
En el molino de San Antonio,
leche de luna mueve la piedra,
y el molinero ciego en la harina
toca las carnes de las tinieblas.
El agua canta canto del cielo
su desvelada sangre de estrellas,
y desde el trigo vuelve la nieve
por el caliente de la molienda.
Molinero, molinero,
los sueños te llevarán
hacia el corazón del trigo
por el aroma del pan. bis
Viene la noche del molinero
sueños de harina que en su alma nieva,
y una bayita que huele a jume
y a trigo verde por las caderas.
Si el molinero duerme en los grillos
muere en el llanto de las estrellas,
y hacen harina la luz del cielo
para el silencio de la violeta. bis
Molinero, molinero,
los sueños te llevarán,
hacia el corazón del trigo
No conozco su autor, per si recuerdo quien me lo envio hace unos años. Olga de Trelew ( gracias Olga )
Este es el pan que hice.
El tacto de la masa es realmente sensual parece la piel de una mujer, es suave fresco y tiene en la tahona el aroma de la vida que emerge, algo así como el aroma del bosque tras la lluvia en Septiembre cuando fermentan las hojas y todo se llena de misterios ( perdona que sea grafico, la edad lo permite ).
Siempre recordaré a Pablo del Molino de Ipiés, un molino viejo que hay en las cumbres del puerto de Mont Repós junto al valle de Ludome tan alto que toca las nubes y las trasforma en nieve en otoño. Aquella noche en la que lo visitamos con mi esposa y mi suegro camarada de Pablo de la guerra, compañero después en el campo de concentración.
Aquella noche que se me hizo corta entre las tahonas de suave madera rebosantes de pan , los troncos de encina amontonados fuera cubiertos de nieve, el color que cobraba el horno de piedra cuando ardía y la luz que arrojaba fuera. Pablo aquella noche me dejo marcado, las historias que me contó mientras paleaba el pan crudo. Todos dormían en la casa, el olor del pan mientras cocía, los gatos amontonados fuera pegados a la puerta de madera. Los panes ya cocidos lo impregnaban todo de ese aroma del que antes dije que era mágico, tanto que cada vez que lo recuerdo mi memoria viaja con el tiempo a aquel viejo molino.
Pablo del primer pan caliente hizo trozos ofreciéndoselos a los gatos, los gatos eran los ojos vigilantes entre los casos de harina donde los ratones vivían, la noche paso deprisa y antes de llegar el alba puso en el horno un cordero lechal, con el aroma del pan y el cordero despertó mi esposa, mi suegro, la esposa de Pablo profesora de piano que lo dejo todo por su viejo molinero y se fue con el al viejo Molino de Ipiés. Pusieron la mesa, vino somontano fragante el cordero recién horneado con el pan aun tibio, “ desayunamos “ después como un buen aprendiz de molinero me acosté en la habitación que había sobre el horno y aun sueño que hacia pan con Pablo el molinero.
Han pasado muchísimos años y ahora mi hija me enseño a hacer pan, es tan fácil que lo puede hasta cualquiera, no hacen falta maquinitas ni otra cosa que no sean las manos, la harina, la levadura pizca de sal, chorrito de aceite y agua.
Cuando mi esposa llegue y note en la casa el aroma del pan recién hecho recordará también el aroma de aquel lugar y a Pablo el viejo molinero y a su aprendíz.
Sant Pol de Mar 2 de Octubre 2010
En el molino de San Antonio,
leche de luna mueve la piedra,
y el molinero ciego en la harina
toca las carnes de las tinieblas.
El agua canta canto del cielo
su desvelada sangre de estrellas,
y desde el trigo vuelve la nieve
por el caliente de la molienda.
Molinero, molinero,
los sueños te llevarán
hacia el corazón del trigo
por el aroma del pan. bis
Viene la noche del molinero
sueños de harina que en su alma nieva,
y una bayita que huele a jume
y a trigo verde por las caderas.
Si el molinero duerme en los grillos
muere en el llanto de las estrellas,
y hacen harina la luz del cielo
para el silencio de la violeta. bis
Molinero, molinero,
los sueños te llevarán,
hacia el corazón del trigo
No conozco su autor, per si recuerdo quien me lo envio hace unos años. Olga de Trelew ( gracias Olga )
Este es el pan que hice.
Me produce mucha ternura el olor a pan, es un perfume de madre, de amante...¡¡sabes, es como una caricia¡¡ el anticipo a un placer, es como el amigo que te abraza y al estar en tus brazos desprende ese amor que huele a pan.
ResponderEliminar¿oye dónde andáis?
Voy a pasar lista. El día 10 de Noviembre necesito una fiesta virtual de abrazos y besos para entregárselos a un buen amigo y tipo majo que todos conocéis. La Xana
Tu sabes bien como te
ResponderEliminarquiero,
te quiero como hace pan el
panadero
lo amasa y sube con ternura
lo hornea con amor a fuego lento
Cuandolo sale del horno lo besa.
come una miguita,
sabe que es bueno,
porque cruge,
por que es saboroso
y esta tierno,
poque ama el pan el
panadero.
Asi es mi cariño por vosotros
como el pan que hace el
panadero.
Hermoso y tierno el poema verdad amigos?.. pues dedicado con todo afecto al panadero del blog..por recordarnos el olor a pan recien hecho que envuelve con su aroma y nos transporta.. si cerramos los ojos...a las sensaciones mas dulces.
Dulce de miel
A quien acierte quien es el autor de este poema..mas o menos..le regalo un perrito piloto.
ResponderEliminarDulce de miel
Esteban.... o tú?
ResponderEliminarEso de comer una miguita... me suena como muy Dulce ...
ResponderEliminarEsteban como un ser primordial , uno de los cuatro elementos ,es capaz de hacer pan, vino y andar los caminos ,doy fe.
Extraño las ausencias de Belen , de karmen ...de todas y cada una de las chicas que no acuden al aroma del pan del Gran Pan del Mediterraneo
Tierra
Tierra, yo soy la Xana. Belén
ResponderEliminarNo vale preguntar anónimo..sería trampa.
ResponderEliminarTierra quieres nombrar a alguien en particular?
Animo..el perrito va vestido de azul y sonríe esperando que alguien le acaricie.
Dulce de miel
si, creo que es tuyo....
ResponderEliminarEsteban está muy callado y Tierra lo mismo tiene razón
Dulce, vida en ocasiones se me olvida firmar....
Belén
Frio Frio ..Belencita.
ResponderEliminarChicas y chicos...venga.. que el perrito piloto es de colección.. esta hasta lavadito en mi lavadora.
Agua?..Aire?...Fuego?..por donde andan vuestros caminos?.
Loly.. Kerme..Mila.. Martha..la del Velo y vosotras?
Dulce de miel
La verdad es que el aroma del pan todo lo sácia cualquier hambre ya sea del estómago o del alma.
ResponderEliminarNada más irresistible que esa puntita crugiente de pan aun caliente que sobresale de la bosita de papel pidiendo guerra.
Gracias a amigos por compartir ese pan que aunque sea virtual no deja de ser sabroso, Belen tiene razón el pan es así, pero tambien tienen su razón quienes dicen que donde no hay harina todo es mohina.
El del poema soy yo, le haran falta varios perritos a Dulce...
Un abrazo.
Desde el viento, Esteban
Nada de eso Jefe.. no vale.. eres el autor.. bueno arregle algunas cosillas... espero me perdones.. pero tu no te llevas ni un perrito piloto.. tu voto no vale.
ResponderEliminarBesos a todos.. pues si EL es el autor.
Dulce de miel
¡¡¡Lo sabía pero Tierra me confundió¡¡¡
ResponderEliminarPerdón Trasgu.... el caso es que lo sentía familiar....
Dulce.... ¡¡¡traviesa..traviesa¡¡¡
Belén
Otra cosina,¡¡¡¡¡ bendita la mujer a la que va dedicado¡¡¡¡......intuyo alguien muy especial.
ResponderEliminarBelén
Sin animo de polemizar:
ResponderEliminarEn mi escrito ,señale o que era Dulce o el panadero de San Pol, solo dudaba de "la miguita", algo que desentonaba en sus escritos habituales y era mas propio de Dulce miel
No necesito perro yo ya tengo uno y ya me vale,aunque los cariños siempre son bien venidos
Pedona Belen ya no recordaba que eras la meiga del grupo.
Viene al caso esto de no recordar , pues el tema que trata mi novela es :la ""memoria",
Lo que pasa es que la sumerjo en mi mundo y parece que no , pero es que si , y os llevo a un mundo que se desace entre los dedos del tiempo, y nosotros con el , menos uno.
Hasta aqui puedo leer
Os propongo que escribais unos cuentos o leyendas que nos han salido al paso en nuestro peregrinar hacia el origen,pues todo es circular.
Tierra
Buenas tardes Esteban.
ResponderEliminarNo agradezcas, no!
La poesía del molinero te la envié hace un par de años. Fue prendida a un paisaje de
nubes y luces que tú habías captado. Practicaba yo la manera de "envolver" de manera más elegante mis envíos y me habían enseñado unos pocos pasos
elementales para moverme en el Corel.
Ayer, movida por las "saudades" revolví el rincón de mis libros. Es que en tan lejanas madrugadas y aún hoy, me llaman más las hojas encuadernadas que las que se deslizan calladamente desde aquí. No pude dar con el poema original.
Es, sin lugar a dudas, obra de un poeta popular. Un gran poeta, tal vez Atahualpa Yupanqui o César Isella o Tejada Gómez o Jaime Dávalos.
Una de estas tardes, cuando internet no esté tan "arisca", navegaré hacia sus puertos en busca de aquel que amasaba en las tinieblas.
Amigo, me gustó mucho el relato pues percibí el aroma del pan! No era el de Pablo de Ipiés, era un pan más cercano, hecho en horno de barro situado a pocos metros del
aljibe. Era el "caminito" tibio-oliente desde allí hasta la enorme cocina de campo, era el reposo de las hormas sobre la madera y el imán que nos hacía dar vueltas alrededor de la habitación, tal vez, para generar algún tipo de aireación que permitiera se entibiaran más rápidamente las piezas.
El aroma del pan, hablábamos no hace mucho con María Eva, mi prima, es sinónimo de familia, cobijo, protección.
Simplemente
Felicidad
mientras lo amasan
mientras leva
mientras se cuece
en tanto lo esperamos impacientes
en tanto lo que se insinuó a nuestro olfato
se posa en la mano, liviano
casi etéreo
y se deshace en la boca
no importa si
con chispitas de miel
solo
o con salada humedad.
Un afectuoso
saludo
Olga C.