No sabía como despedirme de este año hasta que me he fijado en el musgo del bosque y he visto como sus verdes densos y apretaros iluminan, se notan prietos, empieza a notarse que están vivos, pronto empezara a abrirse paso las flores de las jaras y perfumaran los brezos con sus misterioso y dulce aroma llenaran de nuevo de vida todo, para entonces cuando los días sean mas largos, la vida lo llenara todo de alegría, los hombres acudirán a sus trabajos, los amantes creerán ver pétalos de rosas a los pies de las encinas, el bien que la naturaleza nos negó esté año nos los devolverá el año que viene, de nuevo podremos abrazarnos.
Recordaré este año que hoy termina, como el año que dejamos de abrazarnos, un año agitado lleno de miedos donde casi todas las cosas han empezado a cambiar y la naturaleza nos recuerda que no somos nada, que el mundo lo hizo un dios para nosotros, somos solo una especie más.
Ya no hacen falta amenazas de guerras para ponernos a temblar, lo pequeño siempre ha sido maravillosamente gigantesco y nos sorprende una vez más. Nos basta mirar con un telescopio a las galaxias sus colores y sus formas son parecidas a mirar con un microscopio una simple virus invisible nuestros ojos, lo gigantesco solo depende de la óptica con la que lo miremos.
Me gustaría poder abrazar de nuevo este año que viene a todos mis amigos, salir a caminar los los valles de paisajes desconocidos, pintar juntos, tomarnos una cerveza y reinos, sería estupendo desearos las cosas mas sencillas con la esperanza de que se cumplieran de verdad, como se decía antes casi sin reparar en su importancia.
Os deseo paz , salud y amor,
Esteban Mediterraneo.
https://estebanmeditrraneo.blogspot.com/2020/12/el-ano-en-que-dejamos-de-abrazarnos.html
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