Todo lo que nos asombra nace de un suspiro, de un viento céfiro
un amanecer cualquiera cuando el primer rayo de sol sopla sobre el horizonte y
se dibuja un camino que llega hasta tus pies en la playa, ese soplo de la brisa
crece y crece hasta transformarse en una gran ola, el mar se estrella en los
acantilados de forma majestuosa.
No hay mucho que añadir a esta imagen es por sí misma
conmovedora mágica un regalo que al contemplarlo pone en su sitio la maravilla
de la naturaleza.
Sant Pol de Mar, 13 de enero de 2014
Esteban Mediterraneo.