Siempre se ha dicho que una flor no hace la primavera, ahora
que los arboles florecen en otoño no se qué decir ni que pensar, miro las
flores del ciruelo y pienso en lo frágil que puede resultar la naturaleza
delante de los avatares del tiempo, unas flores nacen equivocadamente en las
ramas del ciruelo mientras que un huracán barre de un soplo ciudades llevándose
la vida de miles de personas.
Estos tiempos son así frágiles al vaivén de los vientos que
se han convertido en huracanes, mientras florecen las ramas de los arboles como si
fuera una promesa del verano cuando aún falta por legar el invierno y la primavera.
Con todo vale la pena
mirar las equivocas flores del árbol con
el fondo de un cielo casi de nieve y frio de invierno, recordando que nuestra
naturaleza también alguna vez floreció equivocadamente llenado algún otoño de
primavera en la ilusión.
Sant Pol de Mar, 24 de noviembre de 2013
Esteban Meditertaneo.