Alicia tiene un lunar sobre los labios es de color marrón como el chocolate.
Alicia va creciendo espiga su pequeño cuerpo y cimbrea como lo hacen las espigas en el campo de trigo cuando sopla el viento y las acaricia madurándolas, pero aun es niña y le gusta escuchar los cuentos que su abuelo le regala bajo la sombra de una morena en estos cálidos días de verano. Me escucha y sonríe, sonríe y me escucha y en su sonrisa dibuja la complicidad de la niña que aun es.
Le gustan aun Alicia que su abuela cambie las letras a las canciones haciéndola a ella protagonista sonríe y ríe abiertamente cuando se ve involucrada en las canciones que ella le canta, y deja de pedir las canciones que en su amplio repertorio Pepa le regaló, yo escucho y sonrío y no me pierdo las historias que narran esas canciones hechas a medida.
Más tarde al anochecer me pide Alicia un cuento o una historia, le gustan o disimula su encanto con las aventuras en las que ella puede ser la hermana de los enanitos del bosque, la princesa del castillo encantado, o como su propio nombre indica Alicia en el país de las maravillas. No importa si es disparatada la historia ella sonreirá con complicidad para que yo me crea que es una historia inédita o emocionante. Que más da se trata de hacerme feliz.
Alicia tiene un lunar sobre los labios es marrón como el chocolate, le cuento la historia de ese pequeño lunar y me escucha como si fuera verdad lo que le digo.
Alicia cuando eras mas pequeña toda tu eras de chocolate cuando naciste eras una chocolatina chiquita pero al ir creciendo te vas haciendo de carne (ella sonríe, como si no lo pudiera creer ).
Como veo que le interesa le sigo contando su historia, le cuento como nacen los niños, le cuento que una noche de primavera su madre tuvo un antojo tremendo de comer chocolatinas, estaba como desesperada buscando en todos los rincones de la casa, entonces su papa tuvo que vestirse y salir a buscar algo de chocolate por todas partes, fue recorriendo todas las tiendas que estaban cerradas hasta que al final encontró una pastelería que aunque estaba cerrada salía algo de luz bajo la puerta ( sigue sonriendo ) su padre abrió algo mas la puerta y pidió si por favor le podían vender algo de chocolate pues su esposa estaba desesperada por comerlo.
Al pastelero le dio pena el papa de Alicia y le dijo que esa pastelería era mágica que solo existía en los cuentos, pero como la había encontrado si era capaz de cumplir una seria de aventuras misteriosas le daría un paquetito de chocolatinas mágicas para satisfacer el deseo de su esposa. El papa de Alicia no tuvo más remedio que acceder a la proposición del pastelero mago. Y ya casi al alba llegaba a casa cansado pero con las chocolatinas que su esposa esperaba..
La mamá de Alicia se las comió ¡ Todas ¡ casi sin respirar y al cabo de nueve meses nació Alicia una pequeñísima niña de chocolate que al ir creciendo se hizo de carne y huesos como ahora es, y como recuerdo de aquel día siempre tendrá un lunar de chocolate sobre los labios.
Alicia sonríe y sin decirme palabra siento que me dice,,Ja…ja todo eso no es verdad te lo estas inventando…
Poco más Alicia me pregunta por las aventuras misteriosas y le digo anda cierra los ojos eso te lo contaré otro día.
Sant Pol de Mar, 13 de julio de 2010
Esteban Mediterraneo.
Alicia va creciendo espiga su pequeño cuerpo y cimbrea como lo hacen las espigas en el campo de trigo cuando sopla el viento y las acaricia madurándolas, pero aun es niña y le gusta escuchar los cuentos que su abuelo le regala bajo la sombra de una morena en estos cálidos días de verano. Me escucha y sonríe, sonríe y me escucha y en su sonrisa dibuja la complicidad de la niña que aun es.
Le gustan aun Alicia que su abuela cambie las letras a las canciones haciéndola a ella protagonista sonríe y ríe abiertamente cuando se ve involucrada en las canciones que ella le canta, y deja de pedir las canciones que en su amplio repertorio Pepa le regaló, yo escucho y sonrío y no me pierdo las historias que narran esas canciones hechas a medida.
Más tarde al anochecer me pide Alicia un cuento o una historia, le gustan o disimula su encanto con las aventuras en las que ella puede ser la hermana de los enanitos del bosque, la princesa del castillo encantado, o como su propio nombre indica Alicia en el país de las maravillas. No importa si es disparatada la historia ella sonreirá con complicidad para que yo me crea que es una historia inédita o emocionante. Que más da se trata de hacerme feliz.
Alicia tiene un lunar sobre los labios es marrón como el chocolate, le cuento la historia de ese pequeño lunar y me escucha como si fuera verdad lo que le digo.
Alicia cuando eras mas pequeña toda tu eras de chocolate cuando naciste eras una chocolatina chiquita pero al ir creciendo te vas haciendo de carne (ella sonríe, como si no lo pudiera creer ).
Como veo que le interesa le sigo contando su historia, le cuento como nacen los niños, le cuento que una noche de primavera su madre tuvo un antojo tremendo de comer chocolatinas, estaba como desesperada buscando en todos los rincones de la casa, entonces su papa tuvo que vestirse y salir a buscar algo de chocolate por todas partes, fue recorriendo todas las tiendas que estaban cerradas hasta que al final encontró una pastelería que aunque estaba cerrada salía algo de luz bajo la puerta ( sigue sonriendo ) su padre abrió algo mas la puerta y pidió si por favor le podían vender algo de chocolate pues su esposa estaba desesperada por comerlo.
Al pastelero le dio pena el papa de Alicia y le dijo que esa pastelería era mágica que solo existía en los cuentos, pero como la había encontrado si era capaz de cumplir una seria de aventuras misteriosas le daría un paquetito de chocolatinas mágicas para satisfacer el deseo de su esposa. El papa de Alicia no tuvo más remedio que acceder a la proposición del pastelero mago. Y ya casi al alba llegaba a casa cansado pero con las chocolatinas que su esposa esperaba..
La mamá de Alicia se las comió ¡ Todas ¡ casi sin respirar y al cabo de nueve meses nació Alicia una pequeñísima niña de chocolate que al ir creciendo se hizo de carne y huesos como ahora es, y como recuerdo de aquel día siempre tendrá un lunar de chocolate sobre los labios.
Alicia sonríe y sin decirme palabra siento que me dice,,Ja…ja todo eso no es verdad te lo estas inventando…
Poco más Alicia me pregunta por las aventuras misteriosas y le digo anda cierra los ojos eso te lo contaré otro día.
Sant Pol de Mar, 13 de julio de 2010
Esteban Mediterraneo.
Sonrío Esteban con tu historia.Por unos momentos me has llevado a la infancia de mis hijos; como tu me inventaba historias.
ResponderEliminarSus personajes SAL Y PIMIENTA.. niño y niña.. y embelesados escuchaban lo que les contaba.. solo tenía un problema..ellos con su buena memoria me pidieron en mas de una ocasión aquel cuento donde sal y pimienta se perdieron en el bosque.. o que viajaban a la luna montados en una escoba.. y resulta que ya no me acordaba yo del tema..y claro ellos constantemente me rectificaban "MAMA NO ES ASI EL CUENTO" y me lo contaban ellos como se entiende lo conté yo en un principio.
Siempre terminaba con una moraleja.. los niños tienen que ser buenos y obedientes para que no les pasara lo mismo que a los personajes que la mayoría de las veces terminaban castigados.
Disfrutaba yo casi mas que ellos...que tiempos aquellos..en que todo parecía tan sencillo.. en que con cualquier cosa se agrandaban los ojitos de mis pequeños..
Gracias Esteban..me imagino tu felicidad y tu sonrisa al lado de tu Alícia.. cuando menos lo esperes te dirá.. Abuelo déjate de historias y vámonos de marcha...y al abuelo se le abrirán los ojos como ahora se le abren a ella.
Besos mil Esteban...este comentario tuyo ha sido como un bálsamo de paz.
Y para el resto...otros tantos besines.
Dulce de Miel
Ese lunar que tienes cielito lindo junto a tu boca.., es muy guapa su nieta y el cuento muy rico, lo digo por que me encanta el chocolate(si es posible negro 70%) y Godiva mejor que mejor..mmmm; nunca fui de contar cuentos y menos de inventarlos, pero en casa hay una buena colección de ellos que le leía a mis peques,eso hizo de ellos grandes lectores, espero disfruten de ello lo mismo que yo.
ResponderEliminarBesos a todos los que siguen a pie de curro y a los que están de vacaciones que entren a saludar.
Besos, besines y bicos.
La del velo...
Estimado Esteban,
ResponderEliminarDesde luego que la niña tiene un lunar precioso, pero me parece bastante lascivo su cuento por mucho que el trasfondo sea el de un abuelo amoroso. Vistos los comentarios que hace la gente, le pido por favor que respete el derecho de la menor y no provoque que le contesten con canciones tipicas de enamorados como "Ese lunar que tienes cielito lintdo junto a la boca".
Un padre ofendido con su lascivia
Respetado padre sin duda su punto de lascivia esta muy cultivado, de lo contrarío no vería usted sombras donde no las hay.
ResponderEliminarEspero que la edad le haga ver cuando llegue a abuelo, que no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Cante usted quien quiera que sea que quien canta su mal espanta.
Un abuelo felizmente enamorado de su nieta.
Un abrazo Esteban.
ResponderEliminarDulce de miel