Las calles desiertas, los humanos escondidos presa de terror del enemigo invisible, que puede ser cualquiera que nos abrace. Se empiezan a ver los animales silvestres adaptándose al asfalto de nuestras calles, y a los cuerpos de seguridad del estado persiguiendo a cualquier despistado que haya perdido el conocimiento y se atreva asomarse a la calle sin creerse que el invasor de ha apoderado de todo lo que nos rodea.
Resulta que mientras estábamos preparándonos para detectar al invasor de seres de otras galaxias, dotándonos de los mejores armamentos que ya están siendo probados contra nuestros vecinos mejorando nuestra capacidad de matar y destruir nuestro planeta, nos ha atracado derrotando-nos un pequeño pero peligroso enemigo interno, conquistando nuestro planeta en unos días, sin que nuestros servicios de inteligencia ni nuestros ejércitos hayan podido hacer nada por remediarlo. La batalla ha sido la mas feroz de las batallas, dejando en escaramuzas cualquiera de las guerras habidas o soñadas.
Siempre se ha dicho que no hay enemigo pequeño.
Sant Pol de Mar, desde mi encierro particular.
Esteban Mediterraneo
Qué bien has sabido plasmar de forma escrita, tantas y tantas reflexiones que nos estamos haciendo en el transcurso de éste confinamiento.
ResponderEliminarGracias
Nekane