Desde hace muchos años se dice que el poder de la sonrisa es ilimitado, dicen que puede convertir el mal en bien y devolver la libertad al esclavo de las manos de un tirano.
Doy por supuesto que la sonrisa es un remedio sano para el corazón y para el alma y por eso en momentos tan difíciles reivindico la sonrisa y añado a los héroes que luchan desde las trincheras del heroísmo con medios absolutamente precarios, enfrentándose a la muerte por conservar las vidas de los enfermos, con la mas humilde y bella medicina, " La sonrisa ".
Gracias a ellos y a todas las personas que nos cuidan manteniendo con su esfuerzo y riesgo de sus vidas, lo que podría ser el caos.
Quisiera añadir a esa larguísima lista de comportamientos heroicos, muchas veces altruistas, de personal sanitario y todos los demás que desde sus puestos de trabajo mantienen la esperanza de que podemos estar tranquilos que cuidan todo como lo dejamos precipitadamente para refugiarnos.
Quiero añadir a esa lista a las personas que pase a lo que pase, son capaces de regalarnos su sonrisa desde su confinamiento, desde la distancia, haciéndonos humanos y alegrando nuestras vidas en momentos tan delicados. Nadie podría haberme dicho solo hace unos meses la alegría de compartir la perla de la sonrisa y el efecto tan beneficioso que produce en el cautivo haciéndome libre, como tantas veces sanó al enfermo o libero de sus tristezas a los humanos.
Reivindico la sonrisa, todas las sonrisas, las cercanas y las lejanas, como un remedio terapéutico para soportar el peso del alma.
Sant Pol de Mar 30 de Abril 2020.
Esteban Mediterraneo.