Son inagotables las formas de destruir la armonía, sustituir la precaria paz por la barbarie es la más habitual, estamos siendo abducidos a un desastre apocalíptico y nuestra mejor arma seria la que oponía Gandhi frente a la ocupación en la India, la sonrisa y la paz.
Por eso cuando veo amanecer sobre el mar no puedo dejar de pensar que allí desde donde el sol viene, en la otra orilla de este mismo mar que acaricia las barcas varadas en la playa, donde las olas llegan mansas la orilla. Allí en Gaza están siendo masacrados de nuevo, otra vez mas los ciudadanos palestinos por un formidable y bien dotado ejercito.
Quiero pensar que hasta los mismos soldados que disparan a los manifestantes sienten como se rompe algo dentro de su corazón al masacrar a los manifestantes, porque no puede concebirse un mundo mejor sin sufrir por la injusticia.
Pero el sino de nuestra humanidad es destruirnos, ya sea en nombre del paz o de cualquier dios, recién llegado a una naturaleza mucho mas sabia.
Por ese motivo intento compartir esta bellísima canción del Cirque du Soley como si fuera una arma, el arma que los pueblos humildes abrazan mientras un loco ordena el mundo.
Escúchala clicando el siguiente enlace,
https://youtu.be/jhWQLV-S3js
Sant Pol de Mar, 15 de Mayo 2018
Esteban Mediterraneo
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