Algo parecido a un corazón, un servidor trata día tras día de
no dejarse impresionar por la realidad sufriéndola
como todo el mundo busco y rebusco en lo cotidiano imágenes refrescantes ajenas
a la guerra o a la miseria.
Paseo entre la gente
buscando una sonrisa, una forma seductora, la amabilidad, rebusco entre las
barcas, observo en las miradas de los amantes si les resbala una chispita de
ternura como si se tratara joya. Paso de la gente mal carada. Porque no decirlo
trato de que mi mirada resbale de las portadas de los diarios, donde se
amontonan desastres cada día. Por eso sonrío ante cualquier forma de belleza,
que como las meigas haberla ahíla.
Puede que todo esto suene a desfachatez cuando Israel
machaca sin piedad Gaza, dejando esa ciudad una vez más en ruinas, no se qué es
lo que está pasando solo soy testigo mal informado tal vez de la realidad, pero
duele.
De repente tengo
noticias de una meiga angelosa que conocimos en Galicia en nuestra última
visita, habla de sus castaños, de sus paisanos del rumor que trae la noche de
cumbia, pasodoble y muñeiras, me rio
cuando leo que esa danza se baila también “ agarrao “ me deleito con las
noticias de sus ríos y regatos, de sus bichos y de sus bosques, de la queimada
incombustible…Ya me ha cambiado el chip, de nuevo encontré algo parecido a un
corazón, algo que por instante oculte las portadas de los periódicos y sus
noticias.
Sant Pol de mar, 26 de julio de 2014
Esteban Mediterraneo.