Otra vez despido el año , brindo con mi poema para desearnos suerte. En estos tiempos en que las cosas andan revueltas ayudar a la suerte es casi una obligación en la que hay que poner empeño y confiar, valga para eso ver los mirlos blancos que vuelan al amanecer, o tropezarse con un trébol de cuatro hojas. Todo eso da buena suerte y ayuda a conservar la salud, el dinero y el amor. También funcionan los hechizos, los conjuros y la meditación, discernir entre lo bueno y lo malo no es fácil, dicen que funciona apuntar en un papel las cosas que queremos dejar para siempre y quemarlo al filo de la entrada del nuevo año, sea como sea que lo hagamos necesitaremos ese trébol mágico.
Brindemos por el nuevo año.
Casi todos los días de este año
como las hojas de las viñas han caído,
solo restan algunas que aun se sostienen
en los pámpanos por puro milagro
húmedas por la brisa por la brisa
y el rocío de todos los amaneceres.
Quemadas por el sol de los ocasos
bailan con la brisa las últimas hojas,
luciendo sus vestidos ocres y rojizos
colgadas de los pámpanos.
Hemos pasado juntos en la distancia,
comunicando los sentimientos
por arte de magia.
Luna tras tuna
amanecer tras amanecer
rosa a rosa,
poema a poema este año.
Ahora que los días
son como la última luna, menguantes,
quisiera apretar en mis manos
todos los momentos
que hemos compartido juntos este año.
Y como si de un racimo de uvas se tratara
exprimirlo entre mis dedos
y fluyera de mi mano
un mosto, regalimando.
Llenar después con el una copa de vino
afrutado dulce y blanco.
Y con el brindar por nuestra amistad
alargando los sorbos,
saboreando estos ultimas días
hasta que acabe el año
y apurando el mosto blanco decirte.
¡ Gracias feliz año nuevo ¡
viviremos, otros años
Esteban Mediterraneo.
Esteban Mediterraneo.
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